En general podríamos decir que una microcervecería es una fábrica de cerveza donde se hace una producción limitada de cerveza, es decir, una cantidad de cerveza mucho más pequeña comparada con las cerveceras industriales grandes.
La cantidad de cerveza máxima producida para poder considerar que una fábrica es una microcervecería puede variar dependiendo de las normativas de cada país.
En los E.E.U.U. por ejemplo, se fija como límite la producción de 18.000 hectolitros al año para considerar que una fábrica de cerveza es una microcervecería.
En Catalunya no existe ninguna normativa oficial que defina esta cantidad. Desde el GECAN, sí se fija una cantidad máxima de 75 hectolitros por cocción para que se pueda considerar cerveza artesana.
Las microcervecerías o fábricas de cerveza artesana no deben pertenecer ni estar controladas por los grandes fabricantes de cerveza industrial, es decir, deben ser totalmente independientes.
Otra característica igual de importante de las microcervecerías es el cuidado que tienen por la calidad y las características organolépticas de la cerveza que producen. Esto se basa en dos aspectos básicos:
Los grandes retos, a nivel de calidad, que tienen que afrontar las microcervecerías por el hecho de fabricar de forma artesana son:
También podemos destacar que aparte de la utilización de los cuatro ingredientes tradicionales de la cerveza (agua, malta, lúpulo y levadura), también se utilizan ingredientes poco habituales en las cervezas tradicionales, con la intención de ofrecer productos diferentes y diferenciarse de otras cervezas.
Dentro del mundo de las microcervecerías es muy habitual la utilización de ingredientes locales o de km 0 en las recetas, con la intención de dar más autenticidad al producto y acercar la cerveza a los clientes de proximidad, y también a aquellos que tienen curiosidad por probar recetas marcadas por el territorio donde se producen.
Otras características propias de las microcervecerías son la apuesta que hacen por la innovación y variación en las recetas, la interpretación de estilos clásicos y la creación de nuevos estilos.
Sin duda, una de las características más importantes de las microcervecerías es la innovación constante y experimentación en nuevas técnicas de fabricación de la cerveza (algunas inspiradas en técnicas tradicionales y otras de nueva creación), para ofrecer al consumidor productos con características organolépticas diferentes a las cervezas clásicas.
Muchas de estas técnicas están focalizadas en la utilización del lúpulo, el proceso de fermentación y la maduración de la cerveza.
Una característica en común de las microcervecerías es la no-pasteurización del producto acabado, con el objetivo de dar vida a la cerveza y mantener la riqueza y la evolución natural una vez envasada.
Es muy característico de las microcervecerías el intercambio de conocimiento, la colaboración entre ellas y el sentimiento de pertenecer a una comunidad abierta y con ganas de crecer y mejorar.
La mayoría de las microcervecerías basan su estrategia de márquetin en las redes sociales, en las que son muy activas, y no tanto en los canales clásicos (tv, radio...), aún utilizadas por las cerveceras industriales.
Es también muy importante el contacto directo de los cerveceros artesanos con los clientes, ya sea en ferias, festivales, visitas guiadas en las microcervervecerías o en catas con el productor en bares especializados.
